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“Miembro funcional de la sociedad” no era tu verdadera vocación, ser mi prisionero cautivo del armario lo es. Por eso te he arrancado tan bien de tu vida que ni siquiera recuerdas cómo llegaste aquí, pero puedo ver en la forma en que estás goteando que nunca quieres irte de la seguridad de mi peligro; no porque nunca hayas tenido una opción. Eres mío y no me desprendo ligeramente de mis posesiones. Hambriento? Ruega para que te alimente con más pornografía extremadamente femdom. Sediento? Hay un cuenco para perros lleno de baba. Cansado? NO. Los gooners no descansan. No hay un “cuando haya terminado contigo, nunca volveré a terminar contigo”. Esto es una transformación para siempre que te hace completamente irreconocible.
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