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Nos fuimos de viaje a la playa y en el camino paramos en una carretera MUY transitada y saltamos. Mi esposo me dobló y me folló allí mismo. Fue arriesgado, pero tan emocionante saber que en cualquier momento podríamos haber sido atrapados. Más tarde, llegamos al hotel y comenzamos a besarnos en el balcón. Eso llevó a que él me comiera el culo y a que nos folláramos encima de todo el pueblo, al aire libre. Me dejó empapada y luego le chupé la crema de su pene. Al día siguiente, comenzamos el día conmigo dándole una mamada de la mañana a plena luz del día. Me sorprende que no nos hayan atrapado. Más tarde, ese mismo día, llegamos a la playa y tuvimos sexo orgásmico en la arena de la playa. Cuando finalmente llegamos a casa, tuvimos que lavar la arena en la bañera y luego nos hicimos sexo oral el uno al otro.<\/p>"