"
Te volteé a tu hermanastro por pasos, lo hice mío de maneras que ni siquiera puedes imaginar. Y tú, mi patético juguete, te quedas arrastrándote a mis pies, lamiendo la mugre, cada roce de tu lengua un recordatorio agudo de tu inutilidad. Imagínatelo, a tu hermanastro, el faro de la masculinidad que solías admirar, ahora solo un desorden tembloroso, gimiendo bajo mi control. Y tú, solo un tontuelo desesperado, baboso, un espectador de tu propia humillación. Este audio, es tu santuario enfermo y retorcido, ¿verdad? Estás atraído por él como una polilla a una llama, adicto a la cruda, brutal honestidad de tu propia degradación. Así que escucha, escucha mientras desnudo cada detalle sórdido, lascivo de la rendición de tu hermanastro y tu propia patética sumisión. Esto es tu existencia, un carnaval grotesco de vergüenza, y profundamente, sabes que no lo harías de otra manera.<\/p>"