"
Tú patético ser diminuto, apenas puedo contener mi desprecio mientras te observo. Ahí estás, con los ojos abiertos con una especie de hambre depravada, mientras me afeito el vello púbico. Eres tan lamentable, olfateando el aire como un perdedor desesperado, masturbándote ante la simple vista de un hombre real cuidándose a sí mismo. Es una exhibición grotesca de tu perversión, un triste, risible testimonio de lo bajo que has caído. Eres nada más que un ser sucio y vergonzoso, un voyeurista asqueroso, un degenerado que se excita con algo tan trivial como mi rutina de aseo. Y lo peor de todo es que te regodeas en esta humillación, en esta degradación. Estás tan lejos de ser algo digno de respeto que este ha llegado a ser el punto culminante de tu miserable existencia. Recuérdalo, no eres solo un pervertido; eres una vergüenza, un hazmerreír, un miserable ejemplo de hombre, indigno de cualquier cosa más que desprecio y burla.<\/p>"