"
Amas rendirte ante mí. Pero tu problema es que una vez que empiezas, solo quieres seguir cediendo más allá de lo permitido.<\/p>
<\/p>
Porque a la Diosa le gusta negar a sus esclavos y, aunque desees complacerme tanto como puedas, esta es una faceta de la servidumbre con la que realmente luchas.<\/p>
<\/p>
Sé que soy devastadoramente sexy y puede destruir rápidamente toda capacidad de resistir.<\/p>
<\/p>
Tienes que entender: cuando eyaculas sin permiso, no te estás rindiendo ante mí. Te estás rindiendo ante ti mismo y tus propias debilidades, deseos masculinos.<\/p>
<\/p>
Necesitas reestructurar la forma en que piensas en complacerme y aprender a superar el punto de rendición... Solo entonces podrás aprender el verdadero placer sumiso que se encuentra al otro lado.<\/p>"