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Visita estricta – Llenado de dedos
Marco pensó que había terminado el tratamiento, pero el médico vuelve a entrar en la habitación y usando dos pares de guantes negros, comienza a regañarlo y darle bofetadas... Ordena que se dé la vuelta y reciba el castigo en silencio. Ella frota suavemente gel en el ano del paciente y con creciente intensidad empuja sus dedos más y más profundamente en el trasero del paciente... primero uno, luego dos con creciente intensidad. Marco comienza a gemir, pero el médico decide silenciarlo al cerrar su boca e incrementar la velocidad de penetración. Marco ahora está completamente en manos del médico que terminó este tratamiento, se quita los guantes y se va dejando al paciente impotente en su silla dental<\/p>"