"
Hola Señor, me he atado a la mesa de masajes para poder presentarme para tu placer, ¿cómo puedo servirte hoy? ¿Un poco de juego con cera? Por supuesto, me encanta gemir para ti, Señor. El Señor comienza nuestra sesión caminando a mi alrededor e inspeccionándome, revisa mis suaves plantas de los pies, sube por mis piernas a mi trasero que no puedo dejar de rechazar en anticipación, y alrededor a mis pechos y cara, antes de comenzar finalmente mi trasero. La cera comienza a derramarse lentamente sobre mis cachetes de culo, y gimo de emoción y un poco de shock por lo caliente que está. Me pica un poco mientras se enfría en mi piel, pero también me excita más cuando quema un poco. El Señor luego se mueve hacia abajo a mis pies, y encuentro que es muy difícil mantenerlos quietos mientras la cera se acumula sobre ellos. Siempre encuentro tan satisfactorio mover y rascar la cera de mis pies una vez que se ha enfriado, también sé lo mucho que le gusta al Señor cuando lo hago, así que puede verme arrugar mis suelas para él.<\/p>"