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No sabía si mantendría las ventanas abiertas todo el tiempo, pero no pude evitarlo, tuve que mantenerlas abiertas para disfrutar cada bocanada de humo. Dejando que se absorba lentamente en los asientos, mi piel y cabello, y lo más importante, paseando por mi nariz, dándome ese olor deliciosamente inconfundible del humo del cigarrillo.
Me hundo en mi asiento y respiro profundamente, tomando el aroma y el descanso tranquilo del cigarrillo. Observa cómo mi pecho sube y baja con cada golpe intoxicante.
Si eso no era lo suficientemente bueno para ti, esparzo ceniza en mi guantera porque las cenizas me recuerdan haber disfrutado de un maravilloso cigarrillo, y no hay nada mejor que ver cómo una larga ceniza cae de un cigarrillo de una chica bonita justo frente a tus ojos.<\/p>"