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Vertí un paquete de café instantáneo de dos en uno en mis pies, los mojé un poco con agua y los unté por todo mi pie desnudo y arrugado. Estoy sentado en la mesa con las piernas estiradas directamente hacia ti. Mis suelas y dedos sucios se menean justo frente a tu cara. En lugar de una invigorante taza de café, puedes lamer limpios mis pies de café. No puse azúcar en el café, así que mis talones pueden ser amargamente concentrados, pero si te gusta el café sin azúcar, sabrán perfecto. Sin embargo, necesitarás mucha saliva para lamer todo este café liofilizado de mis pies. La única cosa que falta para un desayuno perfecto es una hamburguesa aplastada por mis pies. ¿Qué opinas de esta idea de desayuno?<\/p>"