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La diosa Jessica Joyas y yo regresamos a casa para encontrar a nuestro compañero de casa, T, en nuestra habitación oliendo nuestras bragas usadas. Cuando lo confrontamos, admite que el hábito sucio y pervertido ha estado ocurriendo durante años.<\/span><\/p>
Le quitamos la ropa y lo hacemos usar las mismas bragas que tenía su nariz enterrada en ellas solo unos momentos antes. Lo vestimos con el sujetador a juego y llenamos los copas con calcetines. Esto es solo el comienzo de su cruel humillación; T piensa que va a tener suerte esta tarde, pero tenemos otros planes en mente...<\/span><\/p>
El patético perdedor piensa que está a punto de tener sexo con las dos de nosotras, pero por supuesto no podría estar más equivocado. Nos subimos a la cama y colocamos nuestros grandes pollos de cinturón sobre su cara antes de quitarle la venda. T se asombra y comienza a protestar, pero no tiene elección en este tratamiento humillante. No querría que sus hábitos sucios fueran expuestos ahora, ¿verdad?<\/span><\/p>
La diosa Jessica le ordena al cerdo que se suba a la cama y le hace exponer su agujero a ella, no pierde el tiempo en llenarlo con sus dedos, seguido ansiosamente por su gruesa polla de cinturón rosa y gruesa. Yo lleno la boca de T con mi gran miembro, lo empujo hasta que está herméticamente sellado.<\/span><\/p>
Lo follamos duro y rápido, completamente degradando sus agujeros y haciéndolo llorar por nosotras. Nos reímos de su tormento y escupimos brutalmente en su cara, se merece este trato áspero por ser tan perdedor.<\/span><\/p>
Intercambio de lugar con la diosa Jessica, le doy a su culo mientras ella lo folla en la boca y escupe en su cara. No pasa mucho tiempo antes de que nuestro cerdo haga confesiones depravadas y suplique ser usado más duro, a lo cual obedientemente accedemos...<\/span><\/p>"