"
El otro día, el Maestro y yo salimos a cenar y todo el tiempo él estaba siendo tan inapropiado. Me estaba tocando el trasero, hablando sucio y degradándome a mí durante toda nuestra comida. Realmente me excita cuando me llama su pequeña zorra o puta, especialmente cuando estamos en público, aunque mi cara se pone roja brillante, todavía me moja. En el camino a casa, tímidamente le pregunté si podíamos tener tiempo de intimidad. Él dijo que ya tenía algo planeado.<\/p>
En cuanto entramos por la puerta, me dijo que me desnudara y me pusiera en el banco como una buena pequeña puta. Rápidamente me quité la ropa y salté al banco, boca abajo y trasero arriba alto, porque sé que eso es su favorito. El Maestro me azotó, me dio muchos orgasmos y tiempo de intimidad hasta que terminó todo sobre mi trasero. Fue una gran continuación de una divertida y sexy cita para cenar.<\/p>"