Alina y Lilly, dos secretarias diligentes, se han encontrado atrapadas en una complicada situación de ataduras con cinta adhesiva. Sentadas de espaldas una con la otra, sus manos están firmemente atadas entre sí, y sus tobillos están separados y atados. Para hacer que la situación sea más desafiante, sus muslos están fuertemente atados juntos, dejándolas casi inmóviles.
Envueltas en capas de cinta adhesiva, luchan y se retuercen, sus infructuosos intentos de liberarse de sus pegajosos lazos resultan infructuosos. El bocado de cinta adhesiva que amordaza sus voces es un testimonio de su silencio, sus bocas llenas y silenciadas mientras anhelan la evasión.
Con cada torsión y giro, se encuentran cada vez más atrapadas en el abrazo implacable de la cinta. La pregunta persiste: ¿lograrán liberarse de su situación de cinta adhesiva, o permanecerán atrapadas en su ineludible bondage de oficina?