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Tres dominatrixes, Youko, Amrita y Giada Da Vinci, visten cuero y tienen a un esclavo feo y peludo atado a una banca de bondage. Tienen la intención de usarlo para su entretenimiento, pero su ano es demasiado apretado para sus consoladores. Para resolver este problema, estiran su agujero con sus dedos enguantados. El esclavo debe soportar cada uno de sus dedos uno por uno.
Giada proporciona al esclavo un pequeño consolador para que practique aflojarse para ellos. A pesar de sus intentos de impresionar a las Amas, falla en hacerlo.
Como resultado, las Amas utilizan al esclavo como un esclavo de adoración de botas. Les ordenan que se arrastren y besen sus botas de cuero de tacón alto.
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