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Una de mis primeras experiencias fetichistas fue con \"O\", ya que mientras navegaba en Grindr, encontré los dedos de sus pies muy apetecibles. En esa ocasión, acordamos encontrarnos en su apartamento, ubicado cerca de mi hogar, y fue una tarde-noche muy deliciosa. En ese momento, él tenía un par de zapatillas seminuevas en sus pies, y cuando se las quitó, el olor y el sabor eran realmente perfectos. El sabor se me quedaba impregnado en mis labios, y desde entonces, quería volver a verlo, ya que me excitaba la manera en que me ordenaba comerle los pies.
Esta vez, lo encontré de nuevo en Grindr y, al contarme sobre su vida en la oficina, le propuse que compartiera nuevamente el sabor entre sus dedos de los pies a cambio de una cantidad monetaria. Él aceptó, y esa tarde, pude volver a saborearle los dedos de sus pies y correrme mientras el sabor de él pasaba por mi lengua y garganta.<\/p>"