"
Escucha, pequeño especímen pervertido. Tu curiosidad inocente anterior sobre el sabor de tu propio semen ahora se ha torcido en una necesidad repugnante bajo mi manipulación. Vas a anhelarlo, ese sabor ácido de tu semen, necesitando su suavidad para deslizarse por tu garganta cada vez que te corras. Tus sesiones de placer solitario ahora estarán incompletas sin que te lamas tu propio esperma como un adicto al semen desesperado y depravado. A medida que te masturbas, esa patética excusa de un pene, tu boca se hará agua, un hambre profunda creciendo dentro de ti. Un hambre solo calmada por consumir tu propio semen, tú, repugnante monstruo.<\/p>
Con cada bombeo, cada caricia, estarás pensando en el momento en que puedes probarte a ti mismo. Estos pensamientos viles te volverán loco, excitándote más que nada antes. Y cuando te cuente hacia abajo hasta tu orgasmo, recuerda esto – estás sellando tu destino como bebedor de semen. 10, 9, 8... Tu control se te escapa. 7, 6, 5... Tu necesidad se profundiza. 4, 3, 2... Casi estás allí, listo para degradarte a ti mismo. 1... Ahora, hazlo. Lame cada última gota de tu semen, completa tu transformación en un despreciable, tragador de semen sin espina. Este es quien eres ahora, un tragador de semen, para siempre marcado por tu propia depravación.<\/p>"