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Tu superior, Ellie Wood, ha sido lo suficientemente amable como para permitirte sentarte debajo de sus sexys pies mientras ella habla con su amiga por teléfono y sostiene a su precioso mascota en su regazo. Ella disfruta explicándole a su amiga cuánto eres un perdedor antes de que hagas ruidos irritantes y ella tenga que reconocer tu presencia sin valor. Ni siquiera vales su atención y decide mostrarte cuán indigno eres al escupir en tu boca. Ella ni siquiera sabe cómo podrías pensar que eres normal, no eres como otros hombres que quieren sus tetas o trasero, no, tú quieres su saliva. Estás supuesto a estar callado, pero también fallas en eso y ella no está contenta. Vas a pagarle cada cosa que tengas en tu billetera y vas a agradecerle por el privilegio como el perdedor que eres.
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