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Klaudia es una ladrona de cuero, que irrumpió en el apartamento de Stella y comenzó a buscar objetos de valor en los cajones del salón. Cuando escucha que alguien está abriendo la puerta de entrada, sale de la habitación y se esconde en otro lugar. Stella entra al salón y nota que hay algo extraño.
Stella está atada con cinta adhesiva en la cama, cuando Klaudia se sienta sobre sus rodillas. Comienza a acariciar su rostro con guantes, luego coloca sus manos alrededor de su cuello. La ladrona se divierte jugando con la pobre víctima, así que coloca sus dos manos con guantes sobre su boca y nariz, sofocándola varias veces. Lo hace con una mano con guantes sobre su boca y nariz y con la otra alrededor de su cuello también.
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