Los muñecas de Lauren Sophia atadas debajo de sus rodillas hasta sus tobillos y bien amordazada, la sexy Lauren Sophia nunca se había sentido tan vulnerable en su vida. Su secuestrador la miraba con lujuria, sabiendo que este era el momento en que podía aprovecharse plenamente de la desnuda, indefensa mujer atada frente a él.
Y primero, era para castigar a Lauren. No había delito que castigar, pero era hora de castigarla de todos modos. Sacaron un látigo, y Lauren fue azotada con él. En sus pechos, las plantas de sus pies y, por supuesto, su perfectamente redondo trasero, Lauren sintió el cuero picante mientras que golpe tras golpe llovía sobre ella. Lloró en el bocado, preguntándose qué había hecho en su vida para merecer esto.
Pero después de solo unos minutos, el brazo de su secuestrador se cansó de golpearla, y Lauren se preguntaba qué otras horrores la esperaban...