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Mi esposo fue llamado para una emergencia comercial, así que no estará en casa para Navidad. Esto me habría dejado sola para la fiesta, pero afortunadamente mi hijastro está en casa. Odio haber tenido que darle la mala noticia yo misma, pero aproveché la oportunidad para preguntarle qué quería para Navidad. Le ofrecí llevarlo a la tienda con la tarjeta de crédito de mi esposo para comprarle lo que quisiera, pero dijo que lo que quería no se puede comprar. Intrigada, le pedí que explicara lo que quería decir. Resulta que todo lo que quiere para Navidad son todos los agujeros mojados y apretados de su madrastra. Creo que puedo hacer que este pequeño milagro suceda para mi buen chico.<\/p>
Con no mucho más que hacer, iba a salir con mis amigas para tomar algunas bebidas. Acababa de estar a punto de enviarles un mensaje de texto diciendo que estaba saliendo cuando mi hijastro me encuentra y me pregunta si puede tener un poco más de su regalo de Navidad. Estaba lista temprano de todos modos, así que decido que tengo tiempo para un rápido. Me quito el vestido y la tanga y me inclino sobre la cama para mostrar mi redondo trasero. Después de que él se acueste en la cama, lo tento con su duro pene a través de los pantalones deportivos grises que sabe que me encantan antes de quitármelos y tragarlo. Después de que está bien mojado, me monto encima y me dejo hundir en su pene hasta que está hasta las bolas en mi coño. Después de saciarme, me lo quito y lo deslizo en mi apretado agujero trasero. Cambiamos a misionero donde cambiamos entre mi trasero y mi coño hasta que se llena y rebosa con su semen. Limpia y desordenada con el semen de mi hijastro, es hora de que salga a la ciudad.<\/p>"