En este estilo cinematográfico, Sage Egas ha sido detenida para interrogarla en la sala de interrogatorios de la policía sobre un caso de bragas robadas. Officer Kevin la interroga sobre el asunto hasta que considera que una búsqueda a fondo es necesaria para ver si tiene las bragas robadas puestas, lo que la pone muy incómoda al tener que hacerlo delante de un oficial de policía masculino. Durante todo esto, lleva un collar de descarga eléctrica, que debe utilizarse como castigo por sus crímenes, así como un silbato de armonía para que toque música cada vez que sea descargada, mientras se le palpan los pechos por el oficial de policía y se le tiran del pelo, y se le esposa a la silla durante su calvario. Sage aprende su lección a la fuerza de no volver a robar.
Esta versión está sin música.