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Jayme espera ansiosamente la sensación de alcanzar el clímax y la emoción de ser momificada. Hoy, sus deseos se cumplen, ya que está atada firmemente a un banco, su cuerpo envuelto en capas de tela. Un vibrador de control remoto colocado contra su entrepierna envía olas de placer recorriendo su cuerpo, haciendo que su cuerpo se estreme con éxtasis. Indefensa e inmóvil, Jayme disfruta de las intensas sensaciones que dominan su cuerpo. Cada pulsación del vibrador se siente como una nueva ola que se estrella sobre ella, acercándola cada vez más al borde del placer. Está completamente a merced del vibrador, incapaz de resistir su poderosa presa sobre su cuerpo. Con cada momento que pasa, los gemidos de Jayme se vuelven más fuertes y urgentes a medida que sucumbe al placer abrumador de ser momificada y llevada al orgasmo al mismo tiempo.<\/p>
Todo el bondage es consensuado, y la trama es con la lengua en la mejilla.<\/p>"